martes, 25 de marzo de 2008

Acceso Abierto a las Publicaciones Oceanológicas.

# Empieza a extenderse la idea de que las comunidades científicas y las universidades deben y pueden recuperar aquello que siempre fue suyo y que surge de sus laboratorios y de sus investigadores: el nuevo conocimiento.
# En definitiva, existe un sentimiento de frustración por parte de los científicos por no poder acceder a las revistas que ellos mismos generan a causa del precio de éstas.

Se considera que la revista científica "Philosophical Transactions", publicada por la Royal Society de Londres en 1665, fue la primera publicación científica. La idea surgió como necesidad de intercambiar ideas y revisar los trabajos por expertos (peer-reviewed). Pronto se añadió la necesidad de recopilar todos los escritos, así el nuevo científico no tendría que empezar de nuevo, y surgió lo que entendemos por bibliotecas científicas. Actualmente se ha añadido la de evaluar la calidad de esos escritos analizando el impacto que producen en la comunidad científica. El investigador es valorado si publica su trabajo en la revista más notable de su campo y si es citado por otros investigadores.

Durante años eran las propias instituciones las que publicaban sus revistas, pero laexplosión de la comunicación científica en la década de los setenta debido al incrementode la especialización y de la experimentación hizo aumentar el número de publicacionespor editoriales externas a la academia. Los investigadores empezaron a cedergratuitamente sus escritos a las editoriales con el fin de que fueran publicados. Elnúmero de títulos disponibles en el mercado fue el mayor de la historia, según elScience Citation Index, y en algunas áreas se pasó de publicar 50 títulos en los añostreinta a más de mil.

Las editoriales ofrecían calidad en los contenidos, estabilidad y distribución de las colecciones, y la consecuencia inmediata de este crecimiento fue la masiva suscripcióna revistas por parte de las bibliotecas científicas. En los años 80 y 90 se comenzo hablar en la literatura especializada de la denominada crisis de las revistas. Esta crisis está motivada por los siguientes problemas interrelacionados:
1) - Elevados precios de las revistas (mercado reducido, sin competencia real) y
2) - Gran demora entre la fecha en que se escribe un artículo y éste aparece publicado en la revista. Estos y otros acontecimientos están poniendo en tela de juicio el sistema tradicional de publicación científica cuestionando muy seriamente la filosofía mantenida hasta ahora.

- En primer lugar, la implantación de Internet en toda la sociedad ha modificado de forma rotunda el concepto de cómo acceder a la información. De hecho, y en lo relacionado con las revistas científicas, además de surgir el concepto de revista electrónica pura, la mayor parte de las editoriales han reconvertido en electrónicas sus revistas editadas en papel, comercializándolas en ambos formatos. En la década de los noventa, se produce el nacimiento de las revistas electrónicas, lo que añade nuevos elementos críticos al sistema tradicional de publicación científica. Las principales características que diferencian las revistas electrónicas de las impresas son:Rapidez de producción y distribución Menores costes, dado que el único coste que se aborda es el de la llamada primera copia Capacidades multimedia Interacción autor-lector.
- El segundo factor es el alto coste económico de las revistas científicas, en cualquiera de las versiones distribuidas por las editoriales. Este hecho es el causante de que muchas instituciones estén reduciendo drásticamente el número de suscripciones por no poder asumir los gastos tan elevados. Y así se da la paradoja de que científicos que están publicando y por tanto alimentando a las revistas, no pueden acceder a los contenidos de las mismas por carecer de fondos sus instituciones.

Por otra parte, la decisión de dónde diseminar o publicar los resultados de investigación reside en manos del investigador o su grupo de trabajo. Existen miles de revistas y el mercado es global. Así, la producción publicada por una institución puede encontrarse muy dispersa, de manera que para tener acceso al trabajo de otros colegas, incluso dentro de la misma institución, la biblioteca tenga que subscribir las revistas. Existe la sensación de que una institución está pagando dos veces, una por el salario del investigador y de nuevo por la revista para tener acceso a su producción.

Otro factor se refiere a la política de embargo de muchos editores científicos que supone una barrera para el libre y rápido acceso a la información. Los editores de revistas científicas distribuyen los resultados de investigación entre los medios de comunicación antes que en el entorno académico. Por ejemplo, las revistas Science (
http://www.scienceonline.org/) o Nature (http://www.nature.com/) ofrecen informes previos de sus artículos de investigación que se publicarán una semana después. También lo hacen otras publicaciones y la mayoría de esta información lleva el aviso de que es información embargada (EMBARGOED), de forma que está prohibido su uso público hasta una fecha y hora determinada que coinciden con las de publicación de la revista. Esta práctica existe desde hace años y beneficia a editores y periodistas. Se supone que el progreso de la ciencia se apoya en la rápida diseminación de resultados entre la comunidad científica, pero este sistema supone una barrera en ese sentido. Se puede suponer que el motivo radica en que los editores no quieren ofrecer al público información incompleta e inexacta, pero a algunos científicos les gustaría disfrutar del mismo privilegio que los medios. Incluso hoy día con Internet, se mantiene esta alianza entre editores y periodistas.
Y por último, aunque no por eso menos importante, hay que destacar la preocupación de los gestores de política científica por lograr que los resultados de la investigación, financiada en su inmensa mayoría por fondos públicos, trascienda a todas las capas de la sociedad, ya que es ésta quien en última instancia la está financiando.

Este hecho tan obvio no se había plasmado hasta ahora con tanta claridad como se refleja tanto
en el VI y VII Programa Marco europeo
http://cordis.europa.eu/fp7/home_en.html) y por otros organismos gestores de investigación. La sociedad en su conjunto debe conocer y acceder a las parcelas en las que se investiga, ya que su competitividad depende del conocimiento científico hasta ahora difundido casi exclusivamente entre la comunidad científica, y por tanto, con escasa trascendencia entre la pequeña empresa y el ciudadano en general.
Este nuevo planteamiento ha sido posible gracias a la cultura creada por la Sociedad de la Información que promueve y facilita la interconexión de redes y el intercambio de información y servicios entre instituciones, empresas y ciudadanos.

En definitiva, existe un sentimiento de frustración por parte de los científicos por no poder acceder a las revistas que ellos mismos generan a causa del precio de éstas, así como una demanda por parte de los responsables que gestionan la política científica de facilitar y posibilitar la transferencia del conocimiento científico-tecnológico hacía todos los sectores de la sociedad.

Esencialmente, estos son los motivos por lo que están surgiendo un gran número de iniciativas apoyadas por los propios investigadores y organizaciones de prestigio que desean que la situación cambie y que la información generada por la comunidad científica sea accesible para
todos incluso de forma gratuita. Se trata de la iniciativa Open Access.
http://www.tecnociencia.es/e-revistas/especiales/revistas/revistas81.htm

La alternativa electrónica ofrece a las comunidades científicas la posibilidad de desarrollar un modelo de comunicación científica extensiva y que se apoya en la cooperación entre los investigadores y las Editoriales o Prensas Universitarias y las Bibliotecas Científicas. Desde el momento en que una publicación electrónica es susceptible de ser guiada por las instancias mismas de la Ciencia, tenemos la emergencia de un nuevo modelo de publicación que podrá desarrollarse compitiendo con el modelo actual y que está dominado por la conducta de los grandes editores internacionales. Referencia: Revistas Científicas Electrónicas.

Apoya y colabora!

Declaración de Libertad Académica.
http://www.tendencias21.net/index.php?preaction=joint&id_joint=19993

a) Declaraciones a favor del acceso abierto a la información erudita, como la BudapestOpen Access Initiative; el Open Archives Initiative; la Public Library of Science,apoyada por más de 30.000 académicos de 175 países, o la Scholarly Publishing andAcademic Resources Coalition (SPARC), que edita revistas electrónicas a preciosacadémicos.

b) Oferta de servidores abiertos donde los autores y grupos de investigación depositande forma gratuita o a bajo coste sus artículos para la consulta de otros científicos. Sonlos open archives, cuyo éxito corre como la pólvora en la comunidad científica mundial:Pubmed Central, BioMedCentral, British Medical Journal sobre ciencias biomédicas, elH-NET sobre humanidades, el Public Knowledge Project sobre educación, ChemistryPreprint Server sobre química, RePEC sobre economía o el ideado por Paul Ginspar en1991 -Los Alamos Preprint Archive (arXiv)-, especializado en física.

c) Creación de consorcios de bibliotecas para comprar conjuntamente revistaselectrónicas a precios más estables y sostenibles. Proyectos todos ellos mejorables, peroya muy significativos. Una crisis prolongada de las revistas científicas será perjudicialpara la difusión y el desarrollo de la propia ciencia, poniendo, además, en peligro elacceso democrático al conocimiento que aseguran y ofrecen las bibliotecas yexcluyendo del circuito científico a aquellas comunidades con escasos recursos o conuna tradición científica poco consolidada. Internet está modificando la comunicaciónerudita y nos brinda una oportunidad única que debemos
aprovechar.